jueves, 2 de enero de 2025

La niña que desafió un imperio: resistencia en León.

La participación de la mujer en el progreso histórico de Nicaragua ha sido fundamental. Ejemplos como Rafaela Herrera, quien defendió el Castillo en el Río San Juan, siendo Nicaragua parte de la Capitanía General de Guatemala, y Josefa Chamorro, involucrada en el movimiento preindependentista de 1812 en Granada, destacan entre muchas otras figuras femeninas que han contribuido significativamente a la construcción de la idiosincrasia de nuestro país. Sin su valentía y compromiso, la formación de la identidad nacional nicaragüense no habría sido posible.

Durante la Revolución Liberal de 1912, también conocida como la mal llamada Guerra de Mena, ocurrió un hecho trascendental en la ciudad de León: una niña de 12 años confrontó a un oficial del Ejército de Estados Unidos. En ese momento, las fuerzas estadounidenses intervenían en Nicaragua para defender los intereses del Partido Conservador, liderado por Adolfo Díaz, quien ocupaba la Presidencia de la República.

Según el relato del Gral. Butller (Thomas, 1933, pág. 138): 





Hacer justicia a esta valiente nicaragüense es un deber. Aunque su nombre permanece ausente de los registros históricos, resulta lamentable que su valentía y arrojo hayan quedado en el anonimato. No obstante, el espíritu indomable de nuestro pueblo, que frente a la adversidad se fortalece y defiende con orgullo la patria.


Bibliografia 

Thomas , L. (1933). Old Gimlet Eye: The adventures of Smedley D. Butler. Rocket Press.

 




martes, 5 de noviembre de 2024

El último bastión de Sandino

La cooperativa de Sandino en Wiwilí, Jinotega, representó el último bastión de la lucha nacionalista en Nicaragua. Fue el último refugio que permaneció en pie y surgió como resultado de las negociaciones del General Sandino con el Presidente Sacasa. 

Foto tomada dehttps://www.sandinorebellion.com/

La cooperativa de Sandino en Wiwilí tenía como objetivo principal brindar trabajo y educación a los excombatientes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSNN), para que ellos y sus familias contaran con una fuente digna de sustento. Además, como medida de protección para la cooperativa, el Convenio de Paz firmado entre el General Sandino y el Presidente Sacasa incluyó la creación de un cuerpo armado de 100 hombres, autorizado y financiado por el gobierno, aunque estos debían entregar sus armas un año después de la firma del acuerdo. (López Máltez, 2024)

Los contingentes de la Guardia Nacional recibieron la orden de atacar la cooperativa de Sandino ubicada en las afueras de Wiwili-Jinotega. En la madrugada del 22 de febrero de 1934 sale desde Jinotega un contingente de soldados, llegando a la Quinta Guadalupe. Al amanecer de ese fatídico día, otro contingente de soldados GN sale de Ocotal. 

Foto tomada dehttps://www.sandinorebellion.com/
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Según el relato de(López Máltez, 2024) manifiesta que el embajador norteamericano Bliss Lane le habría informado a Somoza de la incursión a la Cooperativa; éste a su vez informó al Departamento de Estado de USA. 

(Selser, 2001, pág. 1934): el25 de febrero, ese día, el ministro Lane informa al Departamento de Estado sobre un informe recibido de Anastasio Somoza. Somoza le detalla las operaciones militares realizadas en la mañana contra la Cooperativa Sandinista en Wiwilí. 

Mientras la Guardia Nacional ejecutaba el asesinato de Sandino y sus acompañantes, el Capt. Carlos Tellería enviaba órdenes cifradas a los cuarteles de Jinotega y Ocotal. El Tnte. GN, Edmundo Delgado Baldizón, junto con el Cnel. J. Rigoberto Reyes, jefe de Jinotega, logró descifrar el mensaje. La orden era capturar los cuarteles de Sandino en Wiwilí y esperar refuerzos de los puestos de la Guardia cercanos para el ataque. El objetivo final era la destrucción total de las instalaciones de Sandino.

Los marines norteamericanos ya tenían información de inteligencia sobre la Cooperativa de Sandino; esto lo evidencia la marina norteamericana en su informe anual(United States Navy Dept, 1929, pág. 499). 
Traducción: Un cabo fue instantáneamente asesinado por una bala de ametralladora cerca de Peña Blanca el 13 de mayo de 1928. Recibió una herida en el pecho. Heridas en el cuello y el hombro por balas de ametralladora sostenidas durante la misma acción causaron la muerte de un oficial cinco días después. Ocurrió una hemorragia fatal mientras era transportado en camilla al campo de aviación más cercano en Quilalí.

Dispuestos desde una emboscada por revolucionarios cerca de Wamblán el 7 de agosto de 1928, un soldado raso murió instantáneamente por una herida de bala en el pecho. Un sargento de artillería murió dentro de dos horas por una herida de bala en el cráneo, que involucró una extensa destrucción de tejido cerebral. Fue herido el 6 de diciembre de 1928, durante un enfrentamiento con el enemigo cerca de Cuye.


En conclusión, esta cooperativa se encontraba ubicada aproximadamente a 15 km al noreste de lo que hoy es Wiwilí, Jinotega, en el camino hacia Wamblán. Cabe señalar que, en comparación con aquella época, los elementos naturales de la región han cambiado significativamente. Actualmente, el desarrollo agrícola en estos municipios ha crecido notablemente, lo que ha contribuido a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Agradezco al amigo Jorge Quiñonez por facilitarme información acerca del tomo 1 del libro Historia de la Guardia Nacional. 

Bibliografía

López Máltez, N. (17 de julio de 2024). 1934: Asalto a la Cooperativa de Sandino en Wiwilí. La estrella de Nicaragua. https://estrelladenicaragua.net/2024/07/17/foto histórica-1934-asalto-a-la cooperativa de Sandino en Wiwili.

López Máltez, N. (2014). Historia de la Guardia Nacional (vol. 1).

Selser , G. (2001). Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina: 1899-1945.

 United States Navy Dept. (1929). Report of the Secretary of the Navy: With an appendix, Containing Bureau .
 

lunes, 9 de septiembre de 2024

¿Exageraciones en la Conquista?, la relación de los hechos como estrategia para obtener réditos políticos.

La lectura es esencial, ya que no solo consolida el conocimiento, sino que también permite la exploración de nuevos paradigmas. Estos elementos fomentan una actitud crítica en lugar de pasiva, especialmente al revisar nuestra HISTORIA y reflexionar sobre cómo se nos ha transmitido nuestro acervo cultural.

Encontrar los elementos históricos que sirvan como contraparte a la narrativa proporcionada por historiadores e investigadores en la construcción de nuestra identidad cultural sería una tarea monumental, especialmente considerando que no contamos con una institución que preserve nuestra historia de manera adecuada.

Sin embargo, después de leer el libro ¿Quién conquistó México? de Federico Navarrete, surge en mí la duda sobre la relación de los hechos que llevaron a Gil González Dávila al encuentro entre él y el Cacique Nicarao o la rebelión del Cacique Diriángen.

En su obra, Navarrete expone la tesis de que Hernán Cortés manipuló el relato de la conquista, ocultando a los actores colaterales del proceso para hacer parecer que solo él fue el responsable de someter un vasto territorio, compuesto por múltiples etnias con una cultura avanzada y logros científicos que aún hoy son difíciles de explicar. Si esta hipótesis refuerza la idea de la exageración como un instrumento de subyugación cultural, es posible que en el proceso de conquista de Nicaragua, Gil González Dávila haya hecho algo similar.

Surge la pregunta: ¿Nos han narrado la historia tal como ocurrió o como les convenía a los conquistadores? La duda persiste, llevándome a pensar que el famoso diálogo cosmogónico y filosófico entre Nicarao y Gil González pudo haber sido una exageración de quienes relataron los hechos. Además, me cuestiono si la posterior rebelión de Diriángen realmente ocurrió o si fue parte de un relato creado para congraciarse con el rey, con el fin de obtener mayores beneficios, posiciones en la corte o asegurarse el cargo de gobernador de las tierras conquistadas.

La literatura sobre la conquista española de América está repleta de exageraciones, como señalan los estudios modernos que han sometido a un análisis crítico las narraciones de los conquistadores, el caso de La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, escrita por Bernal Díaz del Castillo, un soldado que participó en la conquista, ofrece una narración detallada de los eventos. Sin embargo, se ha señalado que su relato incluye exageraciones sobre los méritos y logros de los conquistadores, reflejando una búsqueda de reconocimiento y gloria personal. Su obra ejemplifica cómo los conquistadores presentaron sus experiencias con un enfoque que a menudo distorsionaba la realidad, destacando su valentía y éxito frente a las fuerzas indígenas.

Estas narrativas no solo reflejan la perspectiva de los conquistadores, sino que también han influido en la interpretación histórica de la colonización y su impacto en estudios posteriores. A menudo, estas narrativas han llegado a negar el origen indígena y han minimizado la influencia de las sociedades mesoamericanas y americanas en el proceso de transculturización. Examinar estas narrativas es fundamental para alcanzar una comprensión más equilibrada y precisa de los eventos históricos relacionados con la conquista. Este equilibrio es esencial para que la enseñanza de la historia se analice desde diversas perspectivas y se comprenda en una dimensión holística.

Para confrontar la versión de Gil González, más de 500 años después del encuentro entre el colonizador y el cacique Nicarao, es fundamental el estudio exhaustivo de nuestra documentación histórica. No podemos basarnos únicamente en la perspectiva del colonizador, especialmente cuando estos relatos están influenciados por intereses creados en presentar su visión de los vencidos.

Según Girolamo Benzoni, en uno de sus viajes a territorio nicaragüense en el testimonio brindado por Don Gonzalo 23 años después del inicio de la conquista,  el Razonamiento de Don Gonzalo como lo intitulo Benzoni, en una mañana le manifestó lo siguiente: 


Tomado de la Revista Acahualinca #6 de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.

Bibliografía 

¿Quién conquistó México? Fernando Navarrete. 

Revista Acahualinca. AGHN


jueves, 15 de agosto de 2024

Antes de Colón: teorías y exploradores que pudieron llegar a América.

Tradicionalmente, se nos ha enseñado que Colón descubrió América, pero los debates sobre este acontecimiento son intensos. Quienes defienden la versión tradicional sostienen que Colón nos llevó a la civilización y fue el primer hombre no americano en arribar a estas tierras. Sin embargo, otros argumentan que Colón no fue el primero en llegar, por lo que no debería ser considerado el 'descubridor' de América. Además, estos críticos afirman que no se debería celebrar el 12 de octubre, ya que nuestras sociedades ya estaban altamente desarrolladas, con culturas en pleno auge de la ciencia, demostrando la utilidad de sus conocimientos astronómicos y arquitectónicos, los cuales siguen siendo relevantes hasta el día de hoy. Aunque no se puede negar el papel de los viajes de Colón en la transformación del conocimiento, su llegada a las costas americanas sigue siendo motivo de controversia.


¿Es válido que, en pleno auge de la ciencia y la tecnología, aún no se cuestione si Colón fue realmente quién descubrió América y se acepte como un hecho histórico que fue el primer no americano en arribar a este continente? Desde mi perspectiva, resulta injusto seguir considerando a Colón como el único descubridor de América, cuando existe suficiente evidencia que sugiere que no fue el primero en llegar, aunque sí el primero en colonizar. En este contexto, exploraremos las diversas hipótesis que han surgido para cuestionar las corrientes históricas tradicionales que insisten en que Colón fue el primer europeo en llegar a América.

La historia del descubrimiento de América es un tema fascinante que ha capturado la imaginación de historiadores y entusiastas por igual. Tradicionalmente, se ha atribuido a Cristóbal Colón el "descubrimiento" de América en 1492. Sin embargo, a lo largo de los años, han surgido diversas teorías que desafían esta narrativa convencional y sugieren que otros exploradores podrían haber llegado al continente americano mucho antes.

Una de las teorías alternativas es la del 'protonauta', que sugiere que otros europeos pudieron haber llegado a América antes de Colón y regresaron a Europa, posiblemente a Porto Santo, donde Colón y su familia residían. Según Manzano en su libro Colón y su secreto, este protonauta habría proporcionado a Colón información crucial que lo ayudó en su viaje a tierras americanas. El autor también sugiere que, en las Capitulaciones de Santa Fe del 17 de abril de 1492, Colón ya tenía conocimiento de estos posibles viajes previos de descubrimiento.

La teoría china, popularizada por el libro "1421: El año en que China descubrió el mundo" de Gavin Menzies, propone que el almirante Zheng He llegó a América antes que Colón. Esta teoría se basa en la interpretación de mapas antiguos y relatos de viajes, pero ha sido ampliamente criticada por falta de pruebas concretas.

La teoría templaria sugiere que los Caballeros Templarios, una orden militar cristiana medieval, podrían haber escapado a América tras su persecución en Europa, llevando consigo el Santo Grial y otros tesoros. El investigador italiano Ruggero Marino, en su libro Cristóbal Colón: el último de los templarios, propone que Colón era hijo del Papa Inocencio VIII y que, además, era miembro de la orden templaria. Otros autores apoyan esta idea, como se sugiere en el libro El Enigma Sagrado, donde se especula que Colón pertenecía a la orden templaria. De manera similar, David Hatcher plantea en su libro El Secreto de Cristóbal Colón la teoría de una flota templaria que habría descubierto América antes de Colón.

Los cartagineses y romanos, conocidos por sus habilidades náuticas, también son candidatos en algunas teorías que sugieren que pudieron haber cruzado el Atlántico. Aunque hay indicios de contactos transatlánticos en la antigüedad, no hay evidencia concluyente de que estas civilizaciones hayan llegado a América.

Los vikingos, por otro lado, tienen una base más sólida en la historia del descubrimiento de América. Las sagas nórdicas y los hallazgos arqueológicos en L'Anse aux Meadows, en Terranova, Canadá, confirman que los vikingos, liderados por Leif Erikson, establecieron asentamientos en América alrededor del año 1000.

Los portugueses y los judíos también figuran en algunas teorías alternativas. Se especula que los navegantes portugueses podrían haber alcanzado el Nuevo Mundo antes de la expedición de Colón, posiblemente manteniendo el descubrimiento en secreto. En cuanto a los judíos, algunas teorías sugieren que comunidades judías escapando de la persecución en Europa podrían haber encontrado refugio en América, esto a propósito que el 3 de agosto de 1492, era el último día para que los judíos que aún vivían en España para salir de ese país, este edicto promulgado por los Reyes de España.

La teoría musulmana está contrastada por el libro África vs América escrito por la Duquesa de Medina Sidonia, en el que defiende que los musulmanes andalusíes viajaban a América desde el siglo XII, tres siglos antes que Colón, igualmente en su libro No fuimos nosotros defiende la hipótesis del protonauta. 



En 1976 el antropólogo y lingüista Ivan Van Sertima publicó su obra Ellos llegaron primero que Colón, la presencia africana en la antigua América, en la que explicaba, con datos provenientes de archivos históricos, como hacia el año 1310 llegaron a las costas caribeñas (actual República Dominicana y Haití) expedicionarios mandingas del reino de Mali, a bordo de 200 naves maestras y 200 de suministros. 


Josep Guijarro en el podcast La Rosa de los Vientos, manifiesta que Abubakari II, fue un africano que llegó a América 180 años antes de Colón.  

https://dpvclip.antena3.com/mp_audios5//2020/07/26/E36182EE-C40C-446A-93B7-3089B4966528/E36182EE-C40C-446A-93B7-3089B4966528.mp3

Estas teorías alternativas al descubrimiento de América ofrecen una visión más amplia y diversa de la historia. Aunque muchas de ellas carecen de pruebas definitivas y son objeto de debate, enriquecen nuestro entendimiento de la exploración humana y nos recuerdan que la historia es a menudo más compleja y misteriosa de lo que los relatos tradicionales nos cuentan. 

jueves, 25 de julio de 2024

El exilio de Zelaya

José Santos Zelaya, una figura prominente en la historia de Nicaragua, es recordado por su papel como líder liberal y presidente que marcó un antes y un después en la política nicaragüense. Nacido en Managua el 1 de noviembre de 1853, Zelaya se educó en Europa, donde absorbió las ideas liberales que más tarde influirían en su carrera política.

Su ascenso al poder en 1893 significó el fin de 35 años de dominio conservador y el comienzo de una era de reformas liberales que transformará la nación. Durante su mandato, Zelaya implementó cambios significativos en la educación y la infraestructura, y es reconocido por su esfuerzo en la construcción del Estado nicaragüense moderno.

Sin embargo, su gobierno no estuvo exento de controversias. Zelaya enfrentó críticas por su manejo casi monopolístico de los recursos económicos del país y por su hostilidad hacia los Estados Unidos, especialmente por su esfuerzo en reunificar Centroamérica en 1907. Estas tensiones culminarían en su renuncia y posterior exilio en 1909, tras lo cual vivió en Nueva York hasta su muerte en 1919.

El legado de Zelaya es complejo. Por un lado, es visto como un reformador y unificador, y por otro, como un líder cuyos excesos llevaron a su caída y al inicio de un período tumultuoso para Nicaragua. Su vida y su exilio siguen siendo temas de estudio y debate entre historiadores y entusiastas de la historia nicaragüense.

El Ocaso de un Líder: La Renuncia y Exilio 

El 24 de diciembre de 1909 marcó el fin de una era en Nicaragua con la renuncia de José Santos Zelaya, un líder que dejó una huella indeleble en la historia del país. Su renuncia, tras 16 años en el poder, fue el resultado de una serie de eventos tumultuosos que culminaron en su partida hacia el exilio.

Zelaya, conocido por sus reformas públicas y su visión de unificar Centroamérica, enfrentó la oposición de fuerzas internas y la hostilidad de los Estados Unidos. Su gobierno, caracterizado por un control casi monopolístico de los recursos económicos, se vio sacudido por revoluciones y conflictos que desafiaron su liderazgo.

La noche de su renuncia, Zelaya abandonó la capital, Managua, escoltado por su guardia de honor y una escuadra de artillería. En un viaje clandestino y silencioso, se dirigió hacia Corinto, un puerto que sería su última parada en Nicaragua antes de su exilio. Acompañado por un grupo selecto de amigos y colaboradores, entre ellos su secretario privado y el empresario estadounidense James Hall, Zelaya se embarcó en un tren especial que lo llevaría a su destino final el exilio.

El viaje fue tranquilo, sin incidentes ni manifestaciones públicas, lo que refleja la discreción con la que se manejó su salida. A pesar de la tensión del momento, Zelaya se mantuvo calmo y aparentemente alegre, una actitud que contrastaba con la gravedad de la situación. Su partida coincidió con movimientos estratégicos de la marina estadounidense, que reposicionaba sus fuerzas en la región, un claro indicio de la presión internacional que enfrentaba.

El exilio de Zelaya no fue prolongado; tras su salida de Nicaragua, se dirigió primero a México y luego a España, antes de establecerse finalmente en los Estados Unidos, donde pasaría el resto de sus días. Su legado, sin embargo, perdura en la historia nicaragüense como un período de transformación y controversia.

La renuncia de Zelaya y su posterior exilio son eventos que resaltan la complejidad de la política centroamericana de principios del siglo XX. Su figura sigue siendo objeto de debate entre historiadores y académicos, quienes analizan su impacto en la construcción del Estado nicaragüense y su relación con las potencias extranjeras.

La historia de Zelaya es un recordatorio de que el poder y la influencia están sujetos a los vaivenes de la política y la opinión pública. Su vida, marcada por la ambición y el exilio, ofrece una perspectiva única sobre la lucha por la estabilidad y la soberanía en una región en constante cambio.

El papel de Estados Unidos en la renuncia de José Santos Zelaya es un tema que ha generado debate entre historiadores y analistas políticos. La influencia de Estados Unidos en los asuntos centroamericanos a principios del siglo XX fue significativa, y la situación en Nicaragua no fue la excepción.

José Santos Zelaya, quien fue presidente de Nicaragua desde 1893 hasta 1909, implementó una serie de reformas progresistas y buscó la unificación de Centroamérica bajo una visión liberal. Sin embargo, sus políticas a menudo chocaban con los intereses de inversores extranjeros, especialmente los de Estados Unidos.

Zelaya en Estados Unidos 


La tensión entre Zelaya y Estados Unidos se intensificó cuando Zelaya comenzó a mostrar interés en la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua, lo que amenazaba el control y los planes estadounidenses para la región. Además, la ejecución de dos ciudadanos estadounidenses que apoyaban a los revolucionarios contra Zelaya provocó que Estados Unidos rompiera relaciones diplomáticas con Nicaragua.

El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Theodore Roosevelt y luego William Taft, jugó un papel clave en la revolución de 1909 que finalmente llevó a la renuncia de Zelaya. Se ha documentado que Estados Unidos apoyó a las fuerzas conservadoras lideradas por Juan José Estrada, quien encabezó la rebelión contra Zelaya.

Además, la llamada "Nota Knox", enviada por el secretario de Estado estadounidense Philander Knox, ejerció una presión política considerable sobre Zelaya, instándolo a abandonar su cargo. Esta nota es vista por muchos como un ultimátum que precipitó la renuncia de Zelaya y su salida del poder.

Estados Unidos desempeñó un papel decisivo en la renuncia de Zelaya, utilizando tanto la diplomacia como el apoyo a las fuerzas opositoras para asegurar sus intereses en la región. Este episodio es un claro ejemplo de la influencia política y militar de Estados Unidos en América Latina durante el siglo XX.

Artículos en el periódico New York Times sobre Zelaya 

https://www.nytimes.com/1919/05/19/archives/gen-zelaya-dies-after-long-exile-was-once-charged-here-with-killing.html?searchResultPosition=4

martes, 9 de julio de 2024

Dia del estudiante

 ¿Porqué celebramos el dia del estudiante? 

Nuestro país ha vivido numerosas situaciones en las que la población estudiantil ha sido la vanguardia en la lucha por defender sus intereses. En este episodio de la historia de nuestra nación, no es la excepción. Sin embargo, en esta ocasión, el detonante de los acontecimientos está vinculado a la lucha de diferentes actores por derrocar la tiranía somocista. Por esta razón, el 23 de julio de 1959, los estudiantes universitarios salieron a las calles de León para protestar por la masacre cometida por la Guardia de Somoza en el Chaparral, frontera con Honduras. En esta masacre, nicaragüenses que formaban parte de columnas insurgentes intentaban derrocar a Somoza e instaurar la democracia.

Foto del funeral de los estudiantes asesinados por la GN- León 1959

Durante la protesta en León, el mayor GN Anastasio Ortiz dio la orden: ¡Fuego! cuatro estudiantes cayeron muertos y decenas quedaron heridos, este trágico evento marcó un hito en la lucha estudiantil contra la opresión somocista y resaltó la valentía y el sacrificio de los jóvenes en la búsqueda de la justicia y la democracia. 

El 23 de julio de 1959, una fecha fatídica para la historia de Nicaragua, la Guardia Somocista asesinó a cuatro jóvenes estudiantes: José Rubí, Mauricio Martínez, Sergio Saldaña y Erick Ramírez. Hoy, estos valientes son recordados como los "Mártires de 1959".

Féretro de los cuatro estudiantes acribillados por la GN 

El 22 de junio de 1959, los sucesos de el Chaparral, donde Carlos Fonseca Amador, hasta hace poco estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAN, resultó gravemente herido, agitaron a los estudiantes universitarios. Organizaron marchas de protestas en León y Chinandega, exigiendo justicia y democracia. 


Portada de la Prensa el 23 de julio de 1959


Desfile de los Pelones en León.

El 19 de julio de 1959 el movimiento estudiantil de la Universidad, presidido por el Br. Joaquín Solís Piura, había decidido que el desfile de los pelones se realizaría el 23 de julio siendo una marcha de duelo por los acontecimientos del Chaparral, ya que en las calles de León se corría el rumor del asesinato de Carlos Fonseca a manos de la GN nicaragüense y el ejército de Honduras.  

A las 4 y 10 pm la marcha concurrida por estudiantes universitarios y de secundaria además de la población general de León, salen del edificio central de la Universidad dos calles al sur estaba apostado un pelotón de la Guardia Nacional, la guardia pretoriana de los Somozas, está no deja pasar la marcha, posteriormente los manifestantes se sientan en el pavimento, en los alrededores de la Facultad de Derecho detienen a unos estudiantes, la situación se torna tensa, después de dos horas, los estudiantes proponen replegar a los dos grupos, esta es aceptada por la GN, cuando ambos grupos retroceden se da la orden de disparar.

Fernando Gordillo, se arropó con la bandera de la Universidad y se encaminó a enfrentarse con el pelotón de la Guardia Nacional, este momentos antes se la había arrebatado a otro joven que caminaba en dirección a la escuela de comercio Matamoros, Ernesto Castillo le detuvo a gritos.

Portada de la Prensa 25 de julio de 1959

La Tarde del 23 

"¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!, había sido una experiencia embriagadora. Recuerdo que caminábamos volviéndonos a ver, como si en cierto modo quisiéramos convencernos de la realidad que estábamos viviendo. La gran figura de Manolo Morales se destacaba en mitad de la calle entre Solís Piura y Francisco Buitrago, desde las aceras la gente nos miraba complacida y muchos gritaban con nosotros. ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!" 



















Es con el primer gobierno sandinista que se eleva el dia 23 de julio de cada año
por decreto de la Asamble Nacional, como dia del estudiante nicaragüenses en
honor a estos héroes, según decreto de ley 1487 aprobado el 18 de julio de 1984.


¿Y qué es la acción guerrillera del Chaparral? 

En junio de 1959, surgió la guerrilla de El Chaparral, apoyada directamente por el Comandante Ernesto "Che" Guevara, quien designó como jefe al exoficial de la Guardia Nacional (GN) nicaragüense Rafael Somarriba, debido a su experiencia militar. Además, integró a un grupo de cubanos encabezados por Onelio Hernández y Carlos Lugo, quienes formaron parte de la columna denominada Rigoberto López Pérez. La columna estaba compuesta por 75 hombres y se estableció en El Chaparral, Honduras.

El 24 de junio, las fuerzas militares hondureñas, bajo el mando del Capitán Andrés Espinoza, atacaron por sorpresa a los guerrilleros con fuego de morteros, granadas y ametralladoras. Después de una hora de ataque, el jefe militar hondureño conminó al grupo a rendirse. Los militares solicitaron hablar con el jefe guerrillero, quien aceptó y ordenó el cese del fuego. El Capitán Espinoza les comunicó que tenía órdenes de no tomar prisioneros, por lo que los combates prosiguieron por dos horas más.

El resultado fue varios muertos, entre ellos el Comandante cubano Onelio Hernández, y varios heridos, incluido Carlos Fonseca Amador.

El Capitán Andrés Espinoza dio la orden de cesar el fuego y anunció a los jefes guerrilleros que tenía nuevas instrucciones para negociar la rendición. En ese momento, los rebeldes estaban también rodeados por tropas de la guardia nicaragüense. El Comandante Somarriba, después de consultar con los mandos, aceptó la rendición con el compromiso de que se les respetara la vida.

Guerrilla del Chaparral en la cual participa el joven estudiante Carlos Fonseca, apoyada por el Che Guevara y el presidente de Honduras Ramón Villeda Morales, masacrada mediante un operativo conjunto de las Fuerzas armadas hondureñas junto a la Guardia Nacional de Somoza (1959)



Bibliografía

https://versedmun.blospot.com/2011/05/15-16.html
La Prensa
Digesto Jurídico de la Asamblea Nacional
Manfut.org
Barricada



viernes, 28 de junio de 2024

¿Malinchismo?

¿Qué es el Malinchismo? Es un término que se usa para describir una actitud de preferencia por lo extranjero sobre lo propio. Este término proviene de "La Malinche", una figura histórica que fue una mujer indígena nahua que actuó como intérprete, consejera y amante de Hernán Cortés durante la conquista española de México. En la cultura mexicana, La Malinche es a menudo vista como una traidora por haber colaborado con los conquistadores españoles.

El malinchismo se asocia con una actitud de desprecio o rechazo hacia la propia cultura, historia o identidad en favor de las influencias extranjeras. Es un concepto con una connotación negativa, que implica una falta de orgullo o aprecio por lo propio.

Condenar a una figura histórica desde una perspectiva simplista y revisionista, sin considerar los hechos que llevaron a esta mujer a tener el peso de su figura, es una visión reduccionista que puede conducir a un análisis sesgado de su importancia histórica. Desde un punto de vista histórico y sociológico, es crucial considerar el contexto y las circunstancias en las que se encontró La Malinche.

Malintzin, también conocida como Doña Marina, no tenía muchas opciones en su situación. Fue entregada como esclava y, al convertirse en intérprete de Hernán Cortés, probablemente estaba buscando su supervivencia y la mejor forma de adaptarse a su nueva realidad. Su papel como traductora fue crucial en la comunicación entre los españoles y los diversos pueblos indígenas, y su conocimiento de las lenguas y las culturas indígenas fue fundamental para el éxito de la conquista española.

La interpretación del malinchismo como traición puede ser una simplificación que no toma en cuenta las complejidades de su situación y el contexto histórico. Malintzin, al final, fue una figura que desempeñó un papel determinante en un momento histórico clave y su legado es complejo y multifacético.

La importancia de reexaminar y reinterpretar figuras históricas bajo una luz más crítica y comprensiva, es fundamental para entender mejor los procesos históricos y sus implicaciones en la identidad y la cultura contemporáneas.

Cabe la pregunta: ¿Existe el malinchismo como figura que determina la enajenación de una cultura? En mi opinión, no es así, ya que los procesos de transculturización o transmutación cultural existen desde los inicios de la humanidad. Por lo tanto, analizar a este personaje histórico para denotar la enajenación cultural como un fenómeno sociológico es una visión reduccionista de un fenómeno cultural que siempre ha existido. 

Es esencial analizar el contexto en que se desarrollaron los hechos y dejar de criticar el papel de esta mujer en el proceso de conquista. Es bien sabido que los aztecas sojuzgaban a otras civilizaciones más pequeñas, lo que permitió a Cortés y a los españoles aprovechar esa brecha y las diferencias para aliarse con los enemigos de los aztecas. Esta estrategia, junto con las enfermedades traídas a América, facilitó la conquista española.

Tomado de Malinche de Laura Esquivel.

¿Pero, cuales son los orígenes de la Malinche? Sitúan su nacimiento en el poblado de Taimala, en el actual estado de Veracruz de origen chontal, según la investigadora Doralicia Carmona Dávila manifiesta que Painala era un poblado azteca de habla náhuatl situado en la zona de Copainalá, Chiapas, colindante con la región de habla maya. Huilotla (Olotla), poblado cercano a Coatzacoalcos, era su lugar de nacimiento según el historiador jesuita Francisco Xavier Clavijero, se estima que Malinche nació a principios del siglo XVI, entre 1501-1505. Por el testimonio citado, se sabe que fue vendida en la pubertad a unos comerciantes mayas y estos, a su vez, la volvieron a vender al cacique maya de Tabasco, durante su cautiverio viajo a las regiones de habla maya en Yucatán, donde aprendió dicha lengua. Por eso, a la llegada de los españoles, Malinche hablaba tanto su lengua materna, el náhuatl, como la de sus señores, el maya.

Mallitzin INAH

(Flores Farfán) manifiesta en su estudio intitulado La Malinche portavoz de dos mundos, "es probable que cualquiera que sea la verdad, el haber crecido desde niña en una situación de semejante movilidad geográfica y social, resultara determinante para forjar el carácter", se debe tener en cuenta que los recorridos en los territorios del imperio azteca y demás señoríos se realizaban a pie. 

Igualmente este autor manifiesta que la condición social fue noble, pero fue vendida en el mercado de Xicalanco (grupo indígena que habitó la costa de Xicalango, a lo largo del Golfo, entre Tabasco y Campeche, y cuyo origen no en muy claro, pero se cree que haya procedido de las tribus del sur, olmecas o zapotecas; y que haya fundado una teocracia; fundido mas tarde con sus vecinos olmecas, formo el grupo olmeca-xicalanca, que se extendió hacia el centro del país, al que pertenece, por ejemplo, el sitio arqueológico de Cacaxtla) un enclave comercial en los limites de las zonas maya y nahua, pasando de mano en mano hasta llegar al señor Potonchan, en el actual estado de Tabasco, donde se habla una lengua maya, el chontal. 

Cortés llevaba desde Cuba a dos indígenas mayas capturados años antes, Melchor (también llamado Melchorejo) y Juliancillo, que actuaron como traductores al llegar. Sin embargo, hubo un encuentro providencial que facilitó enormemente las cosas en este aspecto. Poco después de desembarcar en la isla de Cozumel, vieron aproximarse a unos nativos en una canoa. Se preparaban para repelerlos cuando uno de los indígenas comenzó a gritar algo que los dejó estupefactos: "¡Dios, Santa María, Sevilla!". Era un superviviente de la expedición que naufragó ocho años antes, un clérigo de Úbeda llamado Jerónimo de Aguilar. Informado por los nativos del desembarco de otros hombres barbudos, había salido a su encuentro. Fray Jerónimo, de complexión pequeña y tez oscura, rapado y vestido como los nativos, no habría sido reconocido por los españoles de no ser por esos gritos. Después de sus largos años de cautiverio, hablaba mejor el idioma nativo que el castellano, que casi había olvidado.

Con Aguilar, los españoles se sintieron afortunados, aunque pronto descubrieron que sus conocimientos lingüísticos se limitaban al dialecto local, el maya chontal de Tabasco, y desconocía por completo el náhuatl, la lengua de los mexicas o aztecas. Sin embargo, la providencia volvió a ayudarles cuando entró en sus vidas una indígena que se convirtió en la intérprete de Hernán Cortés, además de su consejera y amante.

Tras la primera muestra de poder de los españoles ante los caciques de Tabasco, luego de la derrota en Centla, los nativos ofrecieron a Hernán Cortés oro y veinte jóvenes esclavas. Bernal Díaz del Castillo, cronista y testigo, destacó la importancia de este regalo, señalando a una joven excepcional entre ellas. Cortés, metódico y cristiano devoto, decidió bautizar a las jóvenes antes de distribuirlas entre sus caballeros, transformando un tributo de guerra en un servicio a Dios. Entre estas jóvenes se encontraba Malinalli Tenépatl, quien rápidamente llamó la atención por su belleza y personalidad, y fue rebautizada como Marina, o doña Marina.

Doña Marina, entregada a Alonso Hernández de Portocarrero, se destacó no solo por su apariencia y maneras aristocráticas, sino también por sus habilidades lingüística, era bilingüe en maya y náhuatl. Esto permitió que completara el círculo de traducción necesario para que Cortés se comunicara con los indígenas: Marina traducía del náhuatl al maya para Aguilar, quien luego traducía del maya al castellano. Con el tiempo, doña Marina aprendió español, lo que simplificó aún más las comunicaciones entre Cortés y los nativos.

Hasta ser entregada a los conquistadores, Malinalli había vivido una vida que bien podría inspirar una novela de digna de Garcia Márquez, siendo hija de un cacique poderoso, fue conocida como "gran cacica" por Bernal Díaz del Castillo. Su infancia fue pacífica hasta que los recaudadores de impuestos de Moctezuma llegaron a su pueblo. Al no recibir el tributo esperado, apresaron y sacrificaron a su padre. Según narró doña Marina, su padre fue sacrificado en el téchcatl, la piedra ceremonial, con un cuchillo de obsidiana que le arrancó el corazón. Su cuerpo rodó por las escalinatas del templo de Huitzilopochtli, dejando un rastro de sangre y golpeando su noble calavera contra cada piedra. Este brutal evento llenó a Malinalli de odio hacia los mexicas, su emperador y sus dioses. “Mi padre fue abierto en dos como un animal... El horrible pájaro imperial de hocico bermejo mató a mi padre. ¡El terrible poder de México-Tenochtitlán!”.

Tras la muerte de su padre, la madre de Malinalli se volvió a casar, y su nuevo esposo consideró a la joven un estorbo. Eventualmente, Malinalli fue entregada a traficantes de esclavos. En una carta dirigida años después a su hijo Martín, relata: “Si no hubiera sido por este intercambio vil, no habría aprendido la lengua maya, ni habría podido servir a Cristo... además, los años de esclavitud ayudaron a forjar mi espíritu. A menudo pienso en Dios como un herrero en la fragua, moldeándonos con sus golpes para darnos una forma más duradera y sólida”.

En su condición de esclava, Malinalli fue presentada a Hernán Cortés. Años más tarde, terminó en manos del cacique maya de Potonchán, quien en 1519, la entregó junto con otras 19 esclavas como presente a Cortés cuando la expedición llegó a Champotón. Malinalli tenía entonces 17 o 18 años y había pasado siete de ellos entre los mayas, aprendiendo su idioma a la perfección.

Epistolario de Malinche con su hijo Martin Cortes, en el libro Malinche su verdadera historia de Fanny del Rio. 
















Tomada de La Verdadera Historia de la Malinche. Fanny del Rio.

Manifestar el malinchismo como la negación de la conquista de América por España es un contrasentido de proporciones bíblicas. Considerar a Malinalli, conocida como La Malinche, como la culpable de un hecho histórico que habría sucedido de cualquier manera carece de lógica, especialmente más de 500 años después de este encuentro. En el contexto de aquella época, las virtudes de esta mujer fueron invaluables y de gran utilidad. Con la perspectiva del tiempo, no podemos condenar a la hoguera de la desdicha a alguien que, para llegar a ser lo que fue, atravesó tantas vicisitudes, desde ser rechazada por su madre hasta convertirse en esclava de otras culturas. 

Incluso podemos sugerir que en algún momento padeció el síndrome de Estocolmo, adaptándose culturalmente a la sociedad en la que era esclava como un mecanismo de supervivencia. No había otra opción. Por lo tanto, no podemos condenar a una mujer por sus acciones pasadas, con consecuencias de todo tipo, para negar un hecho que cambió la perspectiva del mundo y de nuestra América para siempre.

Criticar sin argumentos históricos una acción del pasado es fácil, pero estéril. Acercar los hechos del pasado con el cristal del presente es una práctica engañosa. Por ello, el análisis de la realidad pasada en el contexto del presente debe hacerse con rigor histórico, evitando caer en el revisionismo histórico y el chauvinismo. Este análisis debe ser ecuánime, estudiando nuestra historia con parquedad y cuidado, otorgando a cada acto el espacio y el peso que le corresponde. Un estudio concienzudo es necesario para entender en su verdadera dimensión la historia de América y sus consecuencias.

Por lo tanto, rechazo la noción del malinchismo como una categoría cultural y sociológica que se utilice para cargar sobre ella los problemas sociales de nuestra América, o como consecuencia de la falta de estudio sobre el papel que jugó la Malinche en la construcción de una nueva identidad cultural americana. No es adecuado atribuirle principios ideológicos a esta figura histórica. Estoy en desacuerdo con la idea de que el malinchismo sea una forma cultural subyugante, aquellos que defienden esta posición solo promueven el oscurantismo o la ceguera intelectual, creyendo que esta figura histórica es responsable de nuestros problemas identitarios al intentar definir nuestra identidad cultural o al exacerbar la coherencia cultural de nuestra América pre-conquista, una coherencia que nunca existió debido a los diversos focos culturales a lo largo del territorio americano. 

Sirva esta breve investigación sobre la Malinche y su influencia en la nueva cultura americana como un esfuerzo para fomentar el análisis de nuestra historia. Por ello, su criterio es fundamental. No pretendo que su visión sobre este asunto coincida con la mía; al contrario, la disparidad de ideas sobre un mismo hecho histórico enriquece el conocimiento. Por lo tanto, espero que sus conclusiones le permitan ampliar su comprensión histórica y fortalecer su juicio de valor sobre la Malinche y los eventos que han configurado lo que hoy es América: una amalgama de diversas culturas que hacen de nuestro continente un espacio entrañable de convergencia cultural.

Bibliografía

Flores Farfán, J. (s.f.). La Malinche portavoz de dos mundos. Estudios de cultura náhuatl.

Malinche. Laura Esquivel

Malinche. Edward Rosset 

La verdadera historia de la Malinche. Fanny del Rio.