viernes, 1 de mayo de 2020

¿Dónde murió el Gral. Benjamín Zeledón?


Autores: Msc Aldo Zeas Castro. Lic. Justo Pastor Hernández Espinoza.
Existimos mientras alguien nos recuerda. CRZ

Sobre este acontecimiento tan importante para la Historia de Nicaragua, siendo el testimonio del Sr Hernán Robleto, ayudante del Gral, en su libro Nido de Memorias, el que más se acerca a la verdad histórica en la batalla de Masaya que sería la última y la que le dio inmortalidad a este nicaragüense al enfrentarse a los norteamericanos a pedido de los conservadores, para capitalizar los intereses de esta clase política gobernante.

Desde la perspectiva histórica el Gral Zeledón, se levanta en armas a partir de su llegada del exilio (Robleto, 1957, pág. 232), a partir de acá hay mucha información…

El General Benjamín Francisco Zeledón Rodríguez, nació en el poblado de la Concordia, ahora municipio del departamento de Jinotega, el 4 de octubre de 1879 y muere en el Trapichito, Finca de Jesús Rivas, Comarca el Arroyo el 4 de octubre de 1912 en la jurisdicción de Diría, departamento de Granada, siendo conocida como la Hacienda San Antonio desde 1850 antes de la Guerra Nacional, posteriormente pasa a manos de Francisco Morales, con el proceso de la Reforma Agraria esta propiedad pasa a una Cooperativa la Che Guevara, esta parcela pertenece a Don Gilberto Castillo, siendo su edad de 105 años, que fue donde cayó abatido el Gral Zeledón.

En este espacio daremos cabida a las diferentes hipótesis sobre la replegada del Gral Zeledón y sus acompañantes, será ud estimado lector quien con sus aportes dará apoyo a nuestra Historia Nacional.

A continuación, damos un aporte desde nuestra perspectiva a las siguientes hipótesis.

(Martínez, 2017, pág. 460)  (Martínez F. , 2017, pág. 24)


En este articulo del Sr José Aníbal Gallegos, manifiesta que el Gral Zeledón muere en la comunidad el Arroyo muriendo a manos de tropas conservadoras, el suscrito no deja evidencia de los lugares que tuvo que recorrer el Gral en su repliegue.


En el año 2004 la Alcaldía de Managua, realizó un homenaje al Gral Zeledón, editando un pequeño libro llamado EL GENERAL BENJAMÍN ZELEDÓN Y SUS VALIENTES, en este se recogieron diferentes testimonios de aquella época que nos dan una idea del suplicio del Gral en su retirada.


Mario Sandoval Aranda, en (Guido Martínez, y otros, 2014, pág. 48) manifiesta lo siguiente, aunque con ciertas lagunas en cuanto a la salida del Gral de Masaya.



En la recopilación de la Alcaldía de Managua. se lee en la página 63;



Pablo E Barreto escribió acerca del lugar donde murió este insigne héroe nacional, lo recoge en su blog el Comité de Solidaridad Sandinista; donde sigue la hipótesis de la comunidad el Arroyo, jurisdicción de Niquinohomo, en http://comitedesolidaridadsandinista.blogspot.com/2010/09/luvion-de-managua-y-aniversario-de.html

https://pabloemiliobarreto.wordpress.com/2009/09/23/heroismo-patriotico-de-benjamin-zeledon/

“En el tiempo cuando Zeledón bajaba a Masaya/ lo coronaban de calle y balcón/ la corona que pusimos fue a punto de rifle y metralla! El general y su estado mayor…” canción en honor al Gral Zeledón, autor desconocido, encontrado en https://www.laprensa.com.ni/magazine/perfil/un-abuelo-de-118-anos/

Otra hipótesis sobre el ajusticiamiento del Gral Zeledón en  (López Zamorán, 1982, pág 13) los soldados abandonan sus trincheras a partir de las 4 pm, muere el Gral Zeledón en el lugar conocido como el Comején abatido por los disparos de la caballería enemiga que venía de Masatepe.





El Lic. Justo Pastor Hernández Espinoza, apoya la tesis de que el Gral Zeledón murió en la Comunidad el Arroyo de acuerdo a sus propias investigaciones, esta información la encontré en https://www.facebook.com/offiicial.region.diria/posts/1918793301693913 además de ciertas anécdotas acerca de la gesta del Gral Zeledón; https://www.facebook.com/offiicial.region.diria/posts/1918791241694119, así como fotos del lugar donde cayera abatido  https://www.facebook.com/offiicial.region.diria/posts/1918784238361486.

Con el Lic. Hernández, hemos colaborado en la creación de un mapa con la información proporcionada en la bibliografía consultada además de la investigación del Sr Hernández Espinoza,

Mapa del recorrido del Gral Zeledón, con la colaboración del Sr Hernández, realizado en Google Earth.




Wikipedia defiende la tesis de que Zeledón murió en un caserío llamado hoja chigüé https://es.wikipedia.org/wiki/Benjam%C3%ADn_Zeled%C3%B3n. Otro enlace donde se defiende esta tesis https://d.facebook.com/bandainacsjinotega/photos/a.362728810478418.86096.110931165658185/363087110442588/?type=3&__tn__=C-R, sesión de la Asamblea Nacional donde se sigue esta tesis http://legislacion.asamblea.gob.ni/Diariodebate.nsf/76ed72912dd57e570625698c00773f5d/2f416d6fd75aed4206257c3e00572f29?OpenDocument.

El historiador Aldo Díaz Lacayo, como editor y prologuista de (Selser , La Restauración Conservadora y la gesta de Benjamín Zeledón. Nicaragua – USA 1909-1916, 2001, pág. 3330- 331) apoya el relato de Hernán Robleto en su libro Nido de Memorias, en el cual el Gral Zeledón cayó abatido en la comunidad el Arroyo, Niquinohomo.

Sobre esta versión del asesinato del Gral Zeledón en (Kuhl Arauz, 2012, pagis.246,247), el Dr. Sergio Zeledón Blandón nieto del Gral Zeledón, manifiesta lo siguiente: salió por el barrio de Monimbó donde la gente les apoyaba; y cuando llegaron al sitio el Arroyo entre Catarina y Niquinohomo ocurrió un combate en el que resulto herido; ya herido fue capturado y los jefes militares solicitaron ordenes de que hacer  con el General capturado herido al mayor Marine S. Butler, quien a su vez solicito ordenes para poder ejecuta a Zeledón, al Gral Pendleton y al Contraalmirante Sutherland, el General en Jefe de las tropas americanas en en tierra, J. Pendleton le ordeno su ejecución y hasta le solito que le llevara el caballo de Zeledón. 

Teniendo como referencia a (Zambrana Fonseca , 2001, pág. 154 ), de acuerdo con las versiones hubo conversaciones para que Zeledón se rindiera pero este se negó, por lo que se tuvo que dar la orden de ataque. Esta reunión se realizó en la Parroquia y Zeledón salió a Masatepe a las dos de la madrugada. 

El Gral Benjamín Zeledón salió de Masaya, paso por la Barranca (hoy ya no hay Barranca porque la carretera cortó al cerro y lo dividió, la parte que está en la esquina del cruce a Tipitapa fue bajado de nivel por las areneras), tomó un camino bordeando la laguna de Masaya. Salió cerca de Nandasmo y tomó el camino del Ojoche rumbo a Masatepe, pero antes de salir al camino que va a Niquinohomo se encontró con don Mercedes Gutiérrez, conocido en esos días como Palo Blanco, quien le informó que Jinotepe esta tomado por las fuerzas del gobierno. Esta información había llegado muy tarde. Tomó rumbo este, y se encontró con un fuerte retén de soldados gubernamentales, cerca de la Olla de Barro, quienes le dejaron ir una descarga de fusilería graneada.  

Iba acompañado por el Coronel Emilio Antonio Vega y otros soldados, entre ellos Humberto Barahona, quienes empujaron su caballería disparando, pero muchos de ellos cayeron con todo y bestias al suelo, muertos. Benjamín Zeledón se abrió paso entre tiros de pistola y fusil. Gritos y maldiciones no pararon al General, que herido de muerte se aferraba a la rienda y estribos. 

Logró romper el cerco, logrando salir con los soldados Dionisio y Telémaco López, ambos hermanos, lo guiaron al arroyo seco donde se enfrentó nuevamente con una tropa de mas de 1000 hombres, que se fueron reuniendo alrededor, o a la orden de la Caballería Volante de Marcelino Cruz, para su persecución desde las poblaciones vecinas. 
Lo lograron ubicar nuevamente y el General Zeledón solicitó a Telémaco que asistiera al General Vega que agonizaba, mientras, él le haría frente a los soldados del gobierno, porque supuso que los del retén, una vez que alzaran heridos y muertos lo seguirían. No sabia que la fuerza era mucho mayor. El General Zeledón se desmontó y apoyó su espalda a un paredón. Cuando las tropas del gobierno llegaron, Zeledón no tuvo otra alternativa que disparar. Murió peleando. 

De acuerdo con la crónica del 4 de octubre de 1913 escrita por Lisandro Zambrana M; a un año de la muerte de Zeledón, a las cinco de la tarde, un piquete de caballería seguida de una carreta (esta carreta era de su padre, don Lisandro Zambrana Urbina, hizo su entrada a Niquinohomo. Desde muy temprano se había anunciado la entra de aquel convoy en el que conducían a los generales Benjamín Zeledón y Emilio Antonio Vega, y un soldado de nombre Victoriano; solamente Vega iba con vida, con un balazo en la cabeza, quien moribundo decía "Porqué tanta ponzoña" al escuchar las terribles vociferaciones de sus conductores. Custodiado por la caballería iba el periodista Humberto Barahona, quien había acompañado a Zeledón hasta su muerte. 

Don Lisandro Zambrana agrega que los curiosos se retiraron por dispersión que hizo un Coronel de apellido Cruz, (Marcelino). Entre los curiosos hubo muchos que se que se alegraban al ver la escena, otros con tristeza miraban el cuerpo del Gral. Zeledón. 

"El General Zeledón, con una sonrisa en los labios, parecía que se burlaba de la muerte... El Soldado Victoriano, con la rigidez de la muerte y con los ojos muy abiertos, parecía que interrogaba el cielo infinito."

 
En (Pendleton, 1975), libro de memorias compilado por Martin K. Gordon, en las págs. 21 y subsiguientes, se define una linea de tiempo sobre los acontecimientos de la Guerra de Mena, realizaremos una cronología de los acontecimientos atendiendo la traducción al español del original en inglés. 

16 de septiembre Coronel Joseph H. Pendleton, Managua a RAdm (Almirante) William H H Sutherland, USS Annapolis, Corinto. 

"Los representantes Mena y Zeledón quieren hablar con usted sobre la paz y la demora hasta su llegada mañana.... por favor venga rápido.

18 de septiembre Gen. F Zeledón, Masaya, a Almirante - Comandante de las Fuerzas Americanas en Aguas - Campuzano. Traducción. 

Una protesta contra la determinación de los Estados Unidos de enviar un tren por Masaya a Granada con suministros de ayuda y la determinación de los Estados Unidos de que el ferrocarril pertenecía a una compañía privada y no al Gobierno de Nicaragua.  


19 de septiembre Gen Benjamín F. Zeledón et. al., Masaya, al Coronel Joseph H. Pendleton, Comandante de las Fuerzas Americanas en camino a Granada, su campamento. Traducción.

Zeledón se exime de cualquier responsabilidad por los disparos efectuados al tren de Pendleton cuando pasaba por Masaya en su camino a Granada. Además, quería enviar tres delegados en el tren de Pendleton para discutir los términos de paz como el almirante deseaba. 

19 de septiembre ? General Emiliano Chamorro, Casa Presidencial, Managua. En español. 

La bandera americana ya ha sido izada en la Barranca de las fuerzas de Zeledón para indicar que los trenes americanos siempre podrán pasar por sus líneas sin ser molestados. El Coronel Pendleton iba a insistir en que se izara la bandera blanca para indicar el paso seguro de los trenes, pero el General Correa, después de consultar con usted por teléfono, indicó que la bandera blanca causaría dificultades a las tropas del gobierno.


19 de septiembre. Campamento americano, cerca de Masaya.

Copia del acuerdo firmado por los representantes del General Zeledón, al mando de las fuerzas revolucionarias en Masaya, para permitir el libre paso de los trenes por sus líneas. También debía entregar a las autoridades americanas todo el material ferroviario y las líneas telegráficas que poseía. Debía izar la bandera norteamericana sobre sus líneas cada vez que un tren abanderado señalara que quería pasar con seguridad. Si Zeledón no aceptaba este acuerdo en el plazo de dos horas, las fuerzas americanas comenzarían a disparar sobre su campamento.  

24 de septiembre. Coronel Joseph H. Pendleton, Cuartel General, 1er Regimiento Provisional de Marines de EE.UU., Granada, al General Luis Mena, Granada. 

Órdenes de Pendleton para la disposición de las fuerzas insurgentes después de que los marines hayan ocupado Granada y los insurgentes hayan depuesto las armas.

25 de septiembre. El Honorable George T. Weitzel, Managua, al Presidente Díaz, Managua. 

El ministro americano informó al presidente nicaragüense sobre la decisión del almirante Southerlan de aceptar la rendición de Luis Mena y su fuerza de unos 700 hombres. El Almirante se encargará de que Mena se exilie de forma segura en Panamá. 

3 de octubre. General Benjamín Zeledón, Masaya, al Coronel Joseph H. Pendleton, en el campamento. Ambos originales en español y en traducción.

Esta es la respuesta del General Zeledón al ultimátum de rendición de Pendleton, en la que recapitulaba la demanda y se quejaba de que, como Zeledón había dejado pasar de buena fé los trenes americanos a través de sus líneas, las fuerzas americanas de la tierra de Lincoln no tenían derecho a hacerle tal demanda. Así, se negó a aceptar el ultimátum en nombre de la independencia de Nicaragua. 


4 de octubre. Mayor Smedley D. Butler, Granada, a RAdm William H. H. Southerland, Managua. (3:30 p.m.)

Las fuerzas federales habían capturado a Zeledón y lo habían ofrecido a Butler. Butler quería saber si debía tomarlo y temía que si los americanos no actuaban alguien podría colgar a Zeledón. 

4 de octubre. Coronel Joseph H. Pendleton, en el campo, Coyotepe, a RAdm William H. H. Southerland, Managua. (8:00 a.m.)

"La bandera norteamericana ondea ahora sobre Coyotepe y Barranca. Tomamos Coyotepe y luego también expulsamos a los rebeldes de Barranca en treinta y siete minutos... sólo las fuerzas americanas asaltaron Coyotepe. " Mensaje de victoria de Pendleton. 


4 de octubre. "Oficiales y Tropas que participaron en el asalto a Coyotepe y las Barrancas" 

Junto con el Coronel Pendleton en esta lista están oficiales como el Mayor Smedley D. Butler, el Capitán Harry Lee, y los Tenientes Alexander A. Vandegrift y Roy S. Geiger.

 

Cushman Jr, 1962.

 Durante la primavera y el verano de 1912, Nicaragua parecía abocada a la anarquía. El gran problema de la época era la aceptación del préstamo y la consiguiente cesión del control de las aduanas de la nación. Los liberales eran violentamente antinorteamericanos, mientras que los seguidores de Mena, en su mayoría conservadores, resentían las negociaciones de Díaz con Estados Unidos. Lo que siguió fue una batalla a tres bandas, con Díaz tratando de mantener el viejo orden, Mena luchando por controlar a Díaz, y las hostilidades comenzaron el último día de mayo, cuando los liberales volaron el Fuerte de la Loma en Managua. Unas 60 personas murieron en esta explosión, a la que siguió en pocos días la destrucción de un polvorín en la misma ciudad. 

Para Díaz, el control de su propio partido parecía más importante que reprimir la revuelta liberal. Aparentemente, pensó que una vez que se deshiciera de Mena, los Estados Unidos se verían inducidos a apoyarlo. El 29 de julio de 1912, sustituyó a Mena por Emiliano Chamorro. El destituido miembro del gabinete huyó a Masaya, sede de un arsenal federal.  Allí, su hijo, comandante del cuartel del ejército en Granada, se unió a él con tropas. Como Mena se oponía al empréstito, un gran número de liberales acudió a su bandera; pero su desconfianza hacia ese partido y hacia Benjamín Zeledón, su líder, impidió la formación de un frente unido. 


Cushman Jr, 1962.

 Con Managua protegida del ataque por el momento, Butler decidió hacer sus propuestas de paz al general Mena. El ministro americano y el mayor de los marines unieron sus talentos para redactar un mensaje en el que se instaba a Mena a ceder honorablemente. Se sabía que el general rebelde se encontraba en algún lugar de los alrededores de Managua con un gran número de tropas. El teniente primero Edward H. Conger, el soldado Carl W. Aviszus y el soldado Charles T. Kine se ofrecieron para entregar la nota. El 16 de agosto, el trío partió. Al volver a la legación, Conger informó de que el general Mena, enfermo de reumatismo, estaría encantado de rendirse, pero que ya no estaba al mando de las fuerzas rebeldes. Benjamín Zeledón, antiguo Ministro de Guerra en el gabinete de Zelaya y liberal a ultranza, le había sucedido. 


Cushman Jr, 1962.

El viaje, comparativamente corto, de León a Corinto transcurrió sin incidentes. Butler informó a los oficiales navales americanos en Corinto del ascenso de Zeledón y de la enfermedad de Mena. Lo único que quedaba era regresar a Managua. Una vez más, los trenes se detuvieron por los rieles arrancados y los bidones dañados, pero no hubo interferencia armada.  


Cushman Jr, 1962.

La primera misión que Pendleton asignó a Butler fue despejar la vía férrea desde la capital a través de Masaya hacia el sureste hasta Granada, y el 15 de septiembre se embarcó con su batallón hacia Granada. El suyo era un grupo de trabajo formidable. Tres compañías con un par de ametralladoras y dos piezas de campo de tres pulgadas iban apiñadas a bordo del tren. Dos locomotoras, separadas por vagones de caja y colocadas cerca de la parte trasera de las máquinas de vapor, no hubo motivo de preocupación hasta que el tren se acercó a La Barranca, una colina cerca de Masaya, donde las tropas del gobierno estaban asediando a los liberales del general Zeledón.  
  
Cushman Jr, 1962.

Al detener el tren fuera del alcance de las baterías liberales, Butler tomó un vagón de mano y regresó al interior de las líneas federales, sólo para enterarse de que, en lugar de un asedio tranquilo, sus hombres se habían metido en medio de una batalla campal. Butler y un oficial que hablaba español se adelantaron bajo una bandera de tregua para hablar con Zeledón. 

 

Cushman Jr, 1962.

Después de varios días de conferencias entre Zeledón y el contralmirante William H. H. Southerland, en la tarde del 19 de septiembre llegó un mensajero comunicando a los marines que Zeledón había accedido a permitir el paso de los trenes por sus líneas. Se pusieron en marcha en medio de una profunda oscuridad, con sus rifles preparados y con más de una docena de ametralladoras repartidas a lo largo del tren. 


Cushman Jr, 1962.

Al pasar por Masaya, el tren había frenado para llegar a una calle transversal, cuando un hombre montado en un caballo galopó hacia la locomotora. Se acercó a la cabina, sacó una pistola y disparó al comandante Butler. La bala alcanzó a un cabo de la Marina en el dedo. Butler detuvo el tren para permitir que un cirujano le administrara los primeros auxilios. Inmediatamente, francotiradores rebeldes apostados en los tejados abrieron fuego. Los marines empezaron a disparar, muchos de ellos bajaron de los vagones y se pusieron a cubierto junto a la vía. Butler envió el tren a toda velocidad por los raíles. Un puñado de los hombres que disparaban desde el lado del tren se quedó atrás; pero el capitán Vulter los recogió, los cargó en un vagón de mano y salió tras los vagones que desaparecían rápidamente.

Una milla más allá de Masaya, Vulter alcanzó el tren. Butler se había detenido para hacer un recuento y estaba furioso. Cinco de sus hombres habían sido heridos, mientras que tres seguían desaparecidos. En ese momento llegaron cuatro enviados con una carta de disculpa de Zeledón. Butler exigió que sus tres marines fueran devueltos inmediatamente, o atacaría Masaya por la mañana. En menos de una hora, los hombres fueron devueltos, uno de ellos ligeramente herido. Pasados los liberales de Zeledón, Butler tuvo que contentarse con los rebeldes del general Mena en Granada.  Grandes tramos de vía habían sido arrancados, el progreso era lento, y Butler estaba de un humor impaciente cuando se encontró con la delegación de Mena. El pueblo de San Blas, cerca de Granada, había sido elegido por Butler como lugar de la reunión. Butler amenazó con atacar Granada a menos que Mena firmara una carta de rendición. 



Cushman Jr, 1962.

Más tarde, ese mismo día, Pendleton y un tren cargado de raciones y medicinas llegaron a Granada, y a Mena se le permitió partir pacíficamente al exilio. Salvo el bastión de Zeledón en el macizo montañoso de Barranca - Coyotepe, todo el sistema ferroviario estaba libre de interferencias rebeldes. Con Mena fuera de escena, Pendleton pudo centrarse contra Zeledón. El 2 de octubre, los marines llegaron a las líneas federales. Durante el día siguiente, la artillería de los marines se unió a los cañoneros del gobierno para bombardear las posiciones liberales. Por la tarde, Butler recibió la orden de poner su batallón en posición para atacar la ladera sureste del Coyotepe en cooperación con las tropas federales. El combate fue breve. A las 05:15, los hombres de Butler se unieron a los demás para subir la ladera contra un intenso fuego inexacto. En 40 minutos, la batalla había terminado. Nueve rebeldes fueron capturados, 27 murieron y el resto fue puesto en fuga. El general Zeledón fue asesinado por los soldados liberales cuando intentó abandonarlos. Siete marineros e infantes de marina estadounidenses murieron en el Coyotepe. 


Cushman Jr, 1962.

La ciudad de Masaya cayó en manos de las tropas gubernamentales que disfrutaron de un carnaval de asesinatos y saqueos, pero León se rindió sabiamente a un oficial estadounidense. Reprimida la revolución, el regimiento de Marines se retiró, pero una fuerza de Leathernecks permaneció en la legación de Managua. 

No puedo precisar exactamente la hora, pero fue por la mañana de ese mismo día del ataque a Masaya que recibimos el informe de que pequeña escolta montada que recorría los alrededores de Masaya y pueblos circunvecinos, se encontró con otro grupo de montados con el que sostuvieron algunos disparos, encontrándose que entre los gravemente heridos o muertos en ese encuentro estaba el General Zeledón y el Coronel Emilio Vega. (Chamorro , 1983, pág. 210)

Tanto para nuestras fuerzas de Masaya como para nosotros en Managua fue una sorpresa muy grande el tener noticias de que en una pequeña escaramuza sin importancia alguna hubiera perdido la vida el General Zeledón y el Coronel Vega. Ídem

Probablemente el Liberalismo, avergonzado de la conducta del General Zeledón, que promete ante el mundo defender hasta la muerte la fortaleza del Coyotepe y en lugar de tener ese gesto heroico, huye del lugar del peligro cuando está cierto que la posición que ha jurado defender va a ser atacada, para ir a morir tristemente en los breñales de Catarina, ha tratado de difamar mi nombre, escribiendo cartas apócrifas y falsas órdenes de fusilamiento que yo nunca trasmití, ni contra el General Zeledón, ni contra ningún militar de los que han luchado contra mí.

La carta que aparece con mi firma en ese sentido fue fraguada en el escritorio de un periodista, según el rumor público de ese tiempo. Y en verdad, cualquiera que haga la comparación de letras de esa carta con la del periodista don Andrés Largaespada, encontrará que no hay diferencia alguna entre ellas. Ibidem

Atendiendo la información recopilada por los periódicos norteamericanos, atenderemos cronológicamente sus noticias sobre la muerte del Gral Zeledón.

En el articulo del Evening Star, del sábado 28 de mayo de 1910, se lee lo siguiente: The Estrada troops were under of Gen. Zeledón, siendo su traducción Las tropas de Estrada estaban bajo el mando del General Zeledón.

Índice del condado de Barbour (Medicine Lodge, Kan.), 14 de abril de 1909, articulo donde se menciona al Gral Zeledón integrando la Corte de Justicia Centroamericana.

The Sun (Nueva York [NY]), 5 de marzo de 1911, nombrándolo en el cargo de Asistente del Ministro de Guerra. Consignado en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

The Washington Times (Washington [DC]), 22 de julio de 1910, (última edición) además de Tribuna de Nueva York (Nueva York [NY]), 22 de julio de 1910, The Washington Herald (Washington, DC), 6 de octubre de 1912 realiza un relato de la muerte del Gral Zeledón, The Sun (Nueva York [NY]), 6 de octubre de 1912, Evening Star (Washington, DC), 22 de septiembre de 1912, The Washington Herald (Washington, DC), 22 de julio de 1910, The Washington Herald (Washington, DC), 3 de octubre de 1912, todos estos periódicos se encuentran en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

En este link podemos encontrar la información respectiva de los periódicos consultados en la Biblioteca del Congreso.
 
Imágenes del sitio donde cayó abatido el General Zeledón, cortesía del Lic. Justo Pastor Hernández Espinoza.



Posible recorrido de retirada del Gral Zeledón del poblado de Masaya entre el 3 y 4 de octubre de  1912

Bibliografía.

Castillo Sandino, W. (2009). El Bandolerismo en Nicaragua. . Managua : INPASA.

Gallegos , J. (04 de octubre de 2002). La saga heroíca de Benjamín Zeledón . La Prensa , pág. 20.

Guido Martínez, C., Guardia , G., Guido, C., Sandoval Ananda, M., Sánchez , E., Sáenz, E., & Robleto , H. (2014). El General Benjamín Zeledón y sus valientes. Managua : Alcaldía de Managua.

Hernández Espinoza, J. (04 de octubre de 2017). Facebook. Obtenido de Facebook: https://www.facebook.com/offiicial.region.diria/posts/1918793301693913

López Zamoran, S. (1982). Los ojos fieles de la fuerza. Chontales.
Martínez, F. (2017). El Gral. Carlos Alegría Montenegro: Héroe de San Jacinto. Revista de Temas Nicaragüenses., 458-466.

          Martínez, F. (2017). Rubén Darío iba a nacer en Olama? Managua : 

      Productive Business Solutions .

Robleto, H. (1957). Nido de Memorias. México.

Selser , G. (1979). Sandino, General de Hombres Libres (2 ed.). Costa Rica , Costa Rica : EDUCA. Recuperado el 13 de 02 de 2020

(Selser , La Restauración Conservadora y la gesta de Benjamín Zeledón. Nicaragua – USA 1909-1916, 2001, pág. 328)

Selser , G. (2001). La Restauración Conservadora y la gesta de Benjamín Zeledón. Nicaragua – USA 1909-1916. Managua: Aldilà Editor.

Valle Castillo, J. (2006). Memorial de Masaya. Masaya: Fundación Andrés Vega Bolaños.
Zambrana Fonseca , A. (2001). Civiles y Militares 180 años en Nicaragua. Managua: PAVSA.
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Muchas gracias por sus aportes.