jueves, 8 de julio de 2021

Dia del maestro nicaragüense.

 En nuestro país lo celebramos el 29 de junio de cada año, debido a una disposición del Gobierno del Gral. Anastasio Somoza Debayle , decreto firmado por el Senado de Nicaragua, el 22 de julio de 1977, declarando el 29 de junio día del Maestro Nicaragüense conmemorando la gesta patriótica del maestro y héroe nacional Enmanuel Mongalo y Rubio.

 La conmemoración de esta figura en Nicaragua quiere recordar al maestro nicaragüense Enmanuel Mongalo y Rubio quien tuvo un papel fundamental durante la primera batalla de Rivas el 29 de junio de 1855, fecha por la cual se escogió esta festividad. Mongalo y Rubio luchó durante la guerra civil de Nicaragua contra los filibusteros de William Walker, también conocidos como piratas del mar de las Antillas. La hazaña por la que este maestro nicaragüense es recordado no es otra que su ofrecimiento como voluntario para correr con una antorcha hasta la casa de Máximo Espinoza, donde estaban resguardados los filibusteros, y provocar el incendio que hizo que salieran todos de su interior.

En América, la Conferencia Interamericana de Educación, celebrada en 1947 en Panamá, recomendó celebrar el Día Panamericano del Maestro los 11 de septiembre de cada año, en conmemoración del fallecimiento del Educador y Presidente Argentino Domingo Faustino Sarmiento.

Antes del año 1978, en Nicaragua se hacía sentir esta efemérides en honor al maestro argentino Domingo Faustino Sarmiento cada 11 de septiembre, pero desde hace 42 años a la fecha se celebra como un tributo, homenaje a un nicaragüense: al maestro Enmanuel Mongalo y Rubio.





Tomando las referencias históricas para dar validez a ese asunto, tenemos diversas fuentes bibliográficas: 1.-Entonces los lejitimistas quisieron pegar fuego a las casas ocupadas por los Democráticos, logrando incendiar el techo de una de ellas. pág 47. La Guerra en Nicaragua. William Walker. Traducción de Fabio Carnevalini. Acá se refiere a la Primera Batalla de Rivas 29 de Junio de 1855.

En la tarde el enemigo incendió algunas de las casas ocupadas por los Américanos, i el fuego de sus rifles desde una torre al frente de la columna de Brewester, comenzó a hacer difícil la comunicación entre la parte oriental i la occidental de la plaza. pág. 133. La Guerra en Nicaragua. William Walker. Traducción de Fabio Carnevalini. Segunda Batalla de Rivas del 11 de Abril de 1856.

En seguida intentaron los legitimistas dar fuego a las casas defendidas por los demócratas y solamente pudieron quemar el techo de una de ellas. pág 54. La Guerra de Nicaragua. William Walker. Traducción de Ricardo Fernández Guardia. EDUCA 2da edición-San José Costa Rica. https://guerranacional.enriquebolanos.org/bibliografia_pdf/WALKER%20LA%20GUERRA%20DE%20NICARAGUA.pdf

2.- Durante la tarde el enemigo incendió algunas de las casas ocupadas por los americanos, y el fuego que hacía desde una torre situada frente a la tropa mandada por Brewster dificultó algún tanto las comunicaciones entre los costados oriental y occidental de la plaza. pág. 194. La Guerra de Nicaragua. William Walker. Traducción de Ricardo Fernández Guardia. EDUCA 2da edición-San José Costa Rica.

En ninguna de las dos traducciones se menciona a Enmanuel Mongalo como a Juan Santamaría, el primero héroe nicaragüense por el cual celebramos el día del maestro y el otro héroe costarricense, en la segunda batalla de Rivas.

3.- Walker apareció el 29 en la mañana logrando algunas ventajas al principio, de manera que hizo notable daño en las filas legitimistas, de particular cuando se encerró en una casa perteneciente al mismo Don Máximo Espinoza de que fue desalojado mediante muchos esfuerzos de valor, especialmente del distinguido joven don Enmanuel Mongalo, que, a pecho descubierto, se aproximo a la casa aplicándole fuego para incendiarla. Pág. 130-131, Obras Históricas Completas. Jerónimo Pérez

Los costarricenses entonces se empeñaron en desalojar a los filibusteros de un gran edificio situado en la línea occidental de la plaza, y no pudiendo hacerlo por la fuerza, le prendieron fuego y las llamas produjeron su efecto. Este edificio era el Mesón de Guerra, llamado así del apellido de su dueño. 1Se ha discutido si la hazaña atribuida en esta ocasión al soldado Juan Santamaría es una fábula o no. El veterano General don Enrique Solórzano, testigo presencial de aquellos combates, en carta suya para mi me refiere lo siguiente: “Llegué con los tres mil costarricenses que mandaban Mora y Cañas; fui enviado por el primero a comunicar una orden al segundo, y al pasar por una casa que mandaba un joven de buena presencia, llamado el Mayor Corral, viéndole en camisola, pregunte a un soldado porque estaba así el Mayor. Me contestó que estaban embreando su camisa para usarla de tea y dar fuego al mesón. Cuando yo regresaba supe que el Mayor y el soldado Santamaría había ido a desempeñar su comisión, y aunque al pronto consiguieron su objeto, luego fué apagado el incendio; pero Corral y Santamaría fueron muertos por los yanquis que estaban en la Iglesia“. Concluye el General Solórzano: “Recuerdo bien todo esto que le refiero“. pág. 209. Obras Históricas Completas. Jerónimo Pérez.

Entonces ofrecen cincuenta pesos de premio al voluntario que incendie la casa. Enmanuel Mongalo y otro cívico ponen manos a la obra: tea en mano, le pegan fuego al techo. Mongalo rehúsa los veinticinco pesos y pasa a la Historia; su compañero los acepta y su nombre desaparece en el olvido.231

La acción de Mongalo gana la batalla: al quemarse las cañas y las vigas, llueven tizones y tejas calientes sobre los filibusteros, que salen en estampida por el patio trasero a un barranco, se internan en el bosque y huyen hacia San Juan del Sur. Cuarenta y cinco escapan, siete de ellos heridos. Otros cinco heridos no pueden correr y son masacrados por los victoriosos legitimistas, enardecidos contra los piratas yanquis aliados de los leoneses. William Walker el predestinado de los ojos grises. pág. 133. Tomo 3. Alejandro Bolaños Geyer. 1993.

231 Se refiere a el compañero de Mongalo se llama Neri Fajardo. Francisco Vigil, Una Gloria Olvidada (Granada: Diario Nicaragüense, 1935), p. 48. Tomado de El Predestinado de los ojos grises. Tomo 3 pág. 363. Alejandro Bolaños Geyer.1993.

 

Pocos días después, el 29 de junio, en la ciudad de Rivas se intensificaron los combates: Luchaban los legitimistas contra los democráticos y contra Walker. Había un mesón, el de Maximino Espinosa, donde estaban varios filibusteros y era necesario quemarlo. Ante lo riesgoso de perder la vida, se ofreció un premio de 50 pesos. El maestro de escuela Enmanuel Mongalo, y el zapatero granadino, Felipe Nery Fajardo, se ofrecieron a hacerlo. Consiguieron el propósito y salvaron su vida. Mongalo no acepto la recompensa (Doc. No. 9), hoy es considerado oficialmente un héroe nacional en Nicaragua. (Esgueva Gómez, 1995, pág. 113)


Este acontecimiento recuerda otro ya narrado, son dos fechas: 29 de junio de 1855 y 11 de abril de 1856: dos mesones, dos hazañas, dos héroes en cada fecha. En la primera, los sobrevivientes nicas, Enmanuel Mongalo y Felipe Nery Fajardo. En la segunda, los dos ticos, caídos en la gesta, Juan Santamaria y el Mayor Corral. Ambas acciones son dignas de ser resaltadas, porque la heroicidad no consistió en sobrevivir o en morir, sino en realizar una acción patriótica, ofreciendo el don mas grande del hombre, la propia vida, al servicio de la nación. (Esgueva Gómez, 1995, pág. 124).


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