lunes, 9 de septiembre de 2024

¿Exageraciones en la Conquista?, la relación de los hechos como estrategia para obtener réditos políticos.

La lectura es esencial, ya que no solo consolida el conocimiento, sino que también permite la exploración de nuevos paradigmas. Estos elementos fomentan una actitud crítica en lugar de pasiva, especialmente al revisar nuestra HISTORIA y reflexionar sobre cómo se nos ha transmitido nuestro acervo cultural.

Encontrar los elementos históricos que sirvan como contraparte a la narrativa proporcionada por historiadores e investigadores en la construcción de nuestra identidad cultural sería una tarea monumental, especialmente considerando que no contamos con una institución que preserve nuestra historia de manera adecuada.

Sin embargo, después de leer el libro ¿Quién conquistó México? de Federico Navarrete, surge en mí la duda sobre la relación de los hechos que llevaron a Gil González Dávila al encuentro entre él y el Cacique Nicarao o la rebelión del Cacique Diriángen.

En su obra, Navarrete expone la tesis de que Hernán Cortés manipuló el relato de la conquista, ocultando a los actores colaterales del proceso para hacer parecer que solo él fue el responsable de someter un vasto territorio, compuesto por múltiples etnias con una cultura avanzada y logros científicos que aún hoy son difíciles de explicar. Si esta hipótesis refuerza la idea de la exageración como un instrumento de subyugación cultural, es posible que en el proceso de conquista de Nicaragua, Gil González Dávila haya hecho algo similar.

Surge la pregunta: ¿Nos han narrado la historia tal como ocurrió o como les convenía a los conquistadores? La duda persiste, llevándome a pensar que el famoso diálogo cosmogónico y filosófico entre Nicarao y Gil González pudo haber sido una exageración de quienes relataron los hechos. Además, me cuestiono si la posterior rebelión de Diriángen realmente ocurrió o si fue parte de un relato creado para congraciarse con el rey, con el fin de obtener mayores beneficios, posiciones en la corte o asegurarse el cargo de gobernador de las tierras conquistadas.

La literatura sobre la conquista española de América está repleta de exageraciones, como señalan los estudios modernos que han sometido a un análisis crítico las narraciones de los conquistadores, el caso de La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, escrita por Bernal Díaz del Castillo, un soldado que participó en la conquista, ofrece una narración detallada de los eventos. Sin embargo, se ha señalado que su relato incluye exageraciones sobre los méritos y logros de los conquistadores, reflejando una búsqueda de reconocimiento y gloria personal. Su obra ejemplifica cómo los conquistadores presentaron sus experiencias con un enfoque que a menudo distorsionaba la realidad, destacando su valentía y éxito frente a las fuerzas indígenas.

Estas narrativas no solo reflejan la perspectiva de los conquistadores, sino que también han influido en la interpretación histórica de la colonización y su impacto en estudios posteriores. A menudo, estas narrativas han llegado a negar el origen indígena y han minimizado la influencia de las sociedades mesoamericanas y americanas en el proceso de transculturización. Examinar estas narrativas es fundamental para alcanzar una comprensión más equilibrada y precisa de los eventos históricos relacionados con la conquista. Este equilibrio es esencial para que la enseñanza de la historia se analice desde diversas perspectivas y se comprenda en una dimensión holística.

Para confrontar la versión de Gil González, más de 500 años después del encuentro entre el colonizador y el cacique Nicarao, es fundamental el estudio exhaustivo de nuestra documentación histórica. No podemos basarnos únicamente en la perspectiva del colonizador, especialmente cuando estos relatos están influenciados por intereses creados en presentar su visión de los vencidos.

Según Girolamo Benzoni, en uno de sus viajes a territorio nicaragüense en el testimonio brindado por Don Gonzalo 23 años después del inicio de la conquista,  el Razonamiento de Don Gonzalo como lo intitulo Benzoni, en una mañana le manifestó lo siguiente: 


Tomado de la Revista Acahualinca #6 de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.

Bibliografía 

¿Quién conquistó México? Fernando Navarrete. 

Revista Acahualinca. AGHN