martes, 25 de febrero de 2025

La Tierra no es plana: El Experimento de Eratóstenes que lo demostró

El sol caía implacable sobre la ciudad de Alejandría. Era mediodía y el matemático Eratóstenes, bibliotecario de la legendaria Biblioteca de Alejandría, observaba la sombra alargada de un obelisco que se alzaba en la plaza principal. Algo no encajaba. Había recibido informes de que, en la ciudad de Siena (actual Asuán), el mismo día y a la misma hora, el sol no proyectaba sombra alguna, sino que iluminaba directamente el fondo de un pozo.

Eratóstenes frunció el ceño. Si la Tierra fuera plana, la sombra en Alejandría y en Siena debería comportarse de la misma manera. Pero no era así. La diferencia en las sombras solo podía significar una cosa: la superficie terrestre debía ser curva.

Intrigado por este hallazgo, decidió hacer cálculos. Midió el ángulo de la sombra proyectada en Alejandría y descubrió que formaba un arco de 7.2 grados. Si imaginaba la Tierra como un círculo perfecto, esa fracción representaba una parte del total de 360 grados.

El siguiente paso era conocer la distancia entre Siena y Alejandría. Según los registros de los caravaneros, ambas ciudades estaban separadas por 800 kilómetros. Si 7.2 grados equivalían a 800 kilómetros, entonces la circunferencia total de la Tierra podría calcularse con una simple proporción:

(800 km / 7.2°) x 360° = 40,000 km

El resultado era asombroso. Su cálculo arrojó un valor muy cercano a la medida real de la circunferencia terrestre, que hoy sabemos es de 40,075 km.

Con un asombroso método basado en la observación y la geometría, Eratóstenes demostró no solo que la Tierra era esferoide, sino también su tamaño con una precisión impresionante para su época.

Un descubrimiento que perdura en el tiempo.

Los resultados de Eratóstenes fueron revolucionarios, aunque no todos en su tiempo estaban listos para aceptarlos. Aun así, su método fue replicado en siglos posteriores, sirviendo de base para nuevas exploraciones y el desarrollo de la geografía.

Hoy, cuando un avión surca los cielos o un satélite transmite imágenes de la Tierra desde el espacio, confirmamos lo que Eratóstenes descubrió con un simple obelisco, un pozo y el ingenio de su mente.

Hora solar local (LST) = hora en GMT + 15°longitud/60

Desglose de la fórmula:

  • Hora en GMT: Se refiere a la hora en el meridiano de Greenwich (0° de longitud). Es el tiempo de referencia en el que la hora solar local de cualquier lugar se ajusta en función de su longitud geográfica.

  • Longitud: Es la longitud geográfica del lugar en cuestión, medida en grados (°). La longitud se usa en esta fórmula de la siguiente manera:

    • Si el lugar está al este de Greenwich (longitudes positivas), se suma.
    • Si el lugar está al oeste de Greenwich (longitudes negativas), se resta.
  • Cada 15 grados de longitud corresponden a una hora de diferencia en el tiempo. Entonces, al multiplicar por 15 y dividir entre 60, obtenemos la diferencia horaria en horas (ya que una hora tiene 60 minutos). Cada meridiano estándar representa un huso horario de aproximadamente 15 grados de longitud, lo que equivale a una hora de diferencia respecto a sus meridianos vecinos. Esta organización está directamente relacionada con la rotación terrestre y fue posible gracias a la comprensión del movimiento solar, algo que Eratóstenes ayudó a cimentar.

Los conocimientos desarrollados a partir de su experimento permitieron establecer sistemas de medición más precisos y, con el tiempo, la división mundial en husos horarios que utilizamos hoy.

Y tú, si hubieras vivido en la época de Eratóstenes, ¿habrías creído en su descubrimiento?